Por: Camille Stafford
¡Me encanta este clase! Mi momento favorita durante el semestre fue el proyecto sobre Oaxaca. Las aventuras con Emily y Lucy eran muy divertidas y chistosas. Tuvimos un tiempo excelente recogiendo información sobre las restaurantes oaxaqueños en Los Angeles. La experiencia en El Valle Oaxaqueño era algo muy emotiva para yo. Me encanta la historia del dueño, Arturo Aguilar. Abrí mis ojos de la comunidad especial donde estoy viviendo y la importancia de las relaciones personales.

Aprendí sobre una comunidad y en una manera fue un tipo del turismo cultural. Yo visite a restaurantes con Lucy y Emily y nosotras probamos comida de Oaxaca para aprender más sobre la cultura y practicas culinarias. Yo pienso que el turismo culinario es algo positivo. Provee la oportunidad para comunidades locales y turistas a compartir ideas, lenguas y por supuesto comida con uno a otro. Con buenas intenciones, sería algo invaluable para hacer estos conexiones entre personas.
La comida es un vehículo para llevan a las personas. En un mundo más global la industria turística aumenta al economías y vendedores locales. Personas de alrededor del mundo viajen para probar comida de regiones específicos. Por ejemplo, personas viajen a Italia para la pizza. La salsa de tomate en una pizza solo está posible porque los españoles trajeron la salsa de México a Italia. La comida es algo global y el turismo culinario apoyan a la celebración de regiones y sus ingredientes únicos. Comparten la cultura y alimentos básicos de un lugar con grupos de personas de otras partes del mundo con el resultado de la difusión de culturas.

Mi experiencia personal con el turismo cultural fue unos años atrás cuando mi mejor amiga y yo viajemos a Francia. Para nosotras, la comida fue un parte de la experiencia holística. Nosotras querremos probar la comida tradicional como los caracoles, curassán, y mostachones pero donde y de cual restaurante no importamos. También queríamos el vino porque nosotras no somos legales para tomar en los Estados Unidos

Algo que me recuerda para el futuro es la importancia de hacer y explorar algo nuevo. Los Angeles es un ciudad diverso con joyas escondidos. Pienso que a través de este clase yo encuentro algunos de las joyas y quería aprender y visitar más. De la clase aprendí mucha sobre la cultura latino americano en Los Angeles a través de la comida. La comida es un elemento esencial de la vida y tenga el poder para educar uno a otros sobre las diversidades del mundo. Estoy muy entusiasmada para continuar mi educación de la comida durante el resto de mi tiempo en Los Angeles.
¡Gracias clase para una experiencia maravillosa!