La Historia, Comida, y Resistencia de los Vendedores Ambulantes en Los Ángeles

Por Claire Katnik

Fui al vendedor ambulante con Lizzy y Maddie la semana pasada. El vendedor está fuera de Vermont, cerca de Ralphs. Cuando nos acercamos a la mujer, ella era muy simpática y estaba dispuesta a contar su historia. Su nombre es Gloria. Nos contó su experiencia durante la pandemia de COVID-19. Comenzó su negocio en mayo del año pasado y dijo que la gente todavía tenía mucho miedo de salir y comprar comida a los vendedores. Ella dijo que «people have no trust» durante ese tiempo. Nos habló de lo difícil que puede ser a veces ser un vendedor. Ella conoce a mucha gente que ha conseguido sus negocios tomados lejos de ellos. Su historia se relacionó mucho con las lecturas asignadas para esta semana. Por fuerte, a su negocio le ha ido muy bien. Gloria normalmente vende los sábados y domingos en el mismo lugar. ¡Su madre también está en el negocio de vendedores y vende comida en Torrance! 

Ella dijo que su plato principal es el esquite. Una cosa que me pareció interesante fue que le gusta probar cosas nuevas, tiene muchas versiones diferentes de esquite y elote. Una de las versiones tiene cheetos en el elote y el esquite. Probamos el clásico esquite y el hot dog. El esquite es maíz con crema fresca, queso cojita, chile en polvo, y jugo de lima. Fue delicioso y muy rico. Es agrio, dulce y picante al mismo tiempo. El hot dog con tocino también fue muy sabroso. También había cebollas caramelizadas en él. Aunque el hot dog no es una auténtica comida mexicana, Gloria añade una salsa verde mexicana y crema al hot dog, junto con ketchup, mostaza y la salsa de pepinillos. El primer bocado fue increíble. 

Los vendedores ambulantes son una parte importante en la ciudad de Los Ángeles. El papel de los vendedores es servir a una comunidad local. Especialmente en Los Ángeles, hay un gran grupo de vendedores latinos, muchos de los cuales son indocumentados (Bautista 2020). Los vendedores ambulantes traen tradiciones de la comida latina a la ciudad de Los Ángeles. Desafortunadamente, se han enfrentado a muchas dificultades. En el artículo, “Los Angeles Street Vendors Already Had It Tough Then the Pandemic Hit” por Nidia Bautista, ella habla mucho sobre la dura legislación y la pandemia. En Los Ángeles ahora, “…street vendors must obtain a business license, a state seller’s permit, both free of cost, a county health permit that requires food vendors obtain expensive food carts, a street vending permit costing $541 annually and pay commissary (Bautista 2020). Los vendedores ambulantes necesitan mantener a sus familias y durante la pandemia esto parece ser muy difícil de hacer. Tenían que vivir con el temor de que les arrebataran sus negocios. Proteger a los vendedores también es proteger sus vidas, su familia y sus tradiciones culturales.

En “Fruteros: Street Vending, Illegality, and Ethnic Communities in Los Angeles» por Rocío Rosales habla sobre los fruteros y su historia con ellos. Los fruteros son “labor migrants” que no pueden participar en la economía formal. Ellos no son documentados, lo cual puede hacer difícil encontrar un trabajo que paga bueno (Rosales). Ellos participan en una economía informal para ganarse una vida. La economía informal es una opción más probable para los migrantes. Ser frutero es la mejor manera económica de mantener a su familia y su comunidad. 

En clase, Merced Sanchez, un vendedor de Boyle Heights, nos mostró cómo hacer tortillas auténticas. Esta experiencia fue muy especial porque su historia muestra lo importante que es ser vendedor para su familia y la comunidad de Boyle Heights. Merced y todos los demás vendedores utilizan sus propias capacidades naturales de hacer alimentos para obtener beneficios económicos. Están compartiendo su cultura con todos los que les compran. Esto es lo que los legisladores deben darse cuenta sobre los vendedores, esta es una excelente manera para que las personas que son indocumentadas y documentadas ganen buen dinero. Cuando les quitas su negocio, les estás quitando una parte de ellos y su cultura.

Works Cited: 

Bautista, Nidia. “Los Angeles Street Vendors Already Had It Tough. Then the Pandemic Hit.” Food & Wine, https://www.foodandwine.com/news/la-street-vendors-on-the-toll-of-the-pandemic.&nbsp

Rosales, Rocío. Fruteros: Street Vending, Illegality, and Ethnic Communities in Los Angeles.

Mi Viaje al Restaurante de Tres Nombres Por Max Moulton

Para mi excursión para este blog, yo visité a un restaurante guatemalteco cerca de mi casa. No sé exactamente como se llama el restaurante porque en realidad tiene tres nombres listados. Por la red, se llama “Mi Pueblo Chapín”, pero el menú en la tienda dice “Dunia´s Bakery”, y su Instagram y mi recibo de pagar dice “Lasso My Taco.” Cualquier nombre es, es un negocio familiar pequeño con servicio excelente. Cuando visité, yo era la única persona en el restaurante fuera de los trabajadores, por la razón de almorcé a las tres menos cuarto. Su espacio es pequeño, pero basta a sentar diez o doce clientes y tiene un sentimiento cómodo.

El espacio del restaurante

Yo hablaba con la hija de los dueños, quién me dijo que sus padres abrían el restaurante casi 20 años del pasado cuando ella era una niña. Ella era muy amable y hablábamos sobre los platos del restaurante. Ellos sirven platos típicos de Guatemala por lo general, pero con más énfasis de los platos de la Ciudad Guatemala, de donde era el dueño y chef original (su papá). Yo probé dos platos, las garnachas y el caldo de res, por razón de la gran bandera guatemalteca enfrente del restaurante que dice fuerte “GARNACHAS” y mi obsesión con las sopas. La vendedora me dijo que las garnachas son platos más populares y también son muy similares a los sopes de la sur de México, con solas pocas diferentes en los ingredientes encima, entonces los dos platos tienen una historia compartida. Eso me hizo pensar del articulo de autenticidad de profe, especialmente la cita de cocinas y fronteras, y como hay “’constant influence and borrowing’ between countries that border each other,” que incluye Guatemala y el sur de México. Es claro que estas regiones tienen historias y comidas compartidas, porque por la mayoría del tiempo no había la frontera entre los dos. Sin embargo, las garnachas son su propio plato y además de la masa frita que es el apoyo del plato, tenían carne, lechuga, salsa, y queso fresco, y combinaban por un bocado llevado de sabor y crujido.

Garnachas muy similares a las que probé

Cuando las garnachas fueron ricas, el caldo de res guatemalteco fue en un nivel más alto. La base de caldo, que tiene huesos, carne, arroz, y muchas vegetables, huele como los sabores se habían conocidos por mucho tiempo y vivían en un paraíso armonioso. El gusto estaba de acuerdo, con los sabores fuertes como el sal y grasa de la carne y los sabores suaves de las zanahorias, calabacines y aguacate conviniendo a formar un plato muy sustancioso y ricoso. Algo interesante que aprendí en mi investigación por la red es en Guatemala, es típico servir el caldo separado, con el carne y vegetables (cocinados en el caldo) en un plato alrededor el bol con pocas hierbas y vegetables frescas, y el caldo por sí mismo. Yo comí todo junto (como era servido) y pienso que es una sopa perfecta por un día de lluvia (y lo fue el martes cuando lo comí).  Para mí, el caldo era tanto que se convierte a dos comidas, y eso es algo grande porque pienso que soy un gran comedor. Yo recomiendo mucho los dos platos, pero especialmente el caldo de res.

Caldo de res

El restaurante sirve algunos tipos de comida, y además de los platos guatemaltecos típicos tienen una panadería con panes y tortas y también una sección mexicana con tacos, tamales, y quesadillas. Por la cuestión de autenticidad, es fácil a decir que los platos guatemaltecos son auténticos porque son recetas de un cocinero de la ciudad de Guatemala. Yo no probé las otras cocinas allí, pero pienso que también son su propia versión de autenticidad porque ellos las han servidos los platos por dos décadas en sureste de California, que es (de acuerdo a Jonathan Gold) una propia región de México al referirse a la comida. Después de mi experiencia al restaurante yo pensé del “otherness” que describe Heldke y como me relata. Su descripción de como ingredientes y sabores pueden formar las fronteras de la identidad (como “esa me gusta, pero no esa”) siente personal a mí, porque soy un comedor aventurero, pero claro que hay algunos ingredientes (como licorice) que no me gustan. Como Heldke describe, muchas veces comemos la comida de otros a descubrir cómo somos diferentes, pero espero a comer con la idea opuesta y aprender cómo somos similares. Sin embargo, mi viaje al restaurante de tres nombres fue delicioso y informativo.

Referentes:

Heldke, Lisa. “But Is It Authentic: Culinary Travel and the Search for the ‘Genuine Article.’” The Taste Culture Reader, edited by C Korsmeyer, Berg, 2005, pp. 385–94.

Moreno-Damgaard, “A Tribute to Caldo de Res,”

http://www.revuemag.com/2015/09/amalias-kitchen-guatemalan-cuisine/

Portnoy, Sarah, “Good Food and the Problematic Search for Authenticity,”  https://www.kcet.org/shows/the-migrant-kitchen/good-food-and-the-problematic-search-for-authenticity

La globalización de la comida: una fusión genuina vs. un fenómeno "trendy"

Por Danielle Collins

Un lugar que me interesa es una panadería en que comimos para nuestro proyecto. Pan Victoria que es una panadería guatemalteca cerca de campus en la calle Washington. El letrero para el edificio dice que es una “Panadería Guatemalteca,” y cuando entras hay una pared con un letrero que dice “El Mejor de Guate” con fotos de Guatemala y LA. Esa pared representa la globalización de la comida porque el restaurante quiere representar los dos lados de su identidad: de Guatemala y de Los Ángeles.

La comida también representa la globalización. El menú tiene una sección que se llama “tradicionales” con platos tradicionales de Guatemala. También hay una sección para pupusas, que son una comida salvadoreña pero porque Guatemala y El Salvador son vecinos había una fusión de la comida. Anderson habla de la confusión de comida entre “spatial borders” (188), y las pupusas de Guatemala y El Salvador puede representar este fenómeno: ¿Cuáles son las pupusas “tradicionales”? No podemos decir. Aquí en LA las pupusas son populares también, así es posible que la fusión ocurrió aquí, que sería una influencia más local en vez de global. Por un ejemplo de la fusión de comida guatemalteca y americana, puedes probar un shuco, que es una versión guatemalteca de un hot dog. Además Pan Victoria, tiene fusiones entre comida latina y asiática. Por ejemplo, tiene su propia versión de chow mein, que es una influencia global que también tiene una presencia local con la gran cultura de comida asiática en LA. 

Pienso que no he perdido la autenticidad porque Pan Victoria no es un ejemplo de un restaurante que cambió su comida para complacer clientes americanos. Más bien, Pan Victoria tiene un menú que refleja la fusión de comida de muchas culturas. Creo que realmente es fusión porque Pan Victoria versiones de comida americana y asiática con una influencia guatemalteca, como el shuco y el chow mein. No es solo incluyendo un hot dog en el menú: es una combinación de ideas y ingredientes de ambas culturas. También se mantiene el “flavor principle” (Anderson 190) de Guatemala con especias e ingredientes guatemaltecas en todo su comida, incluyendo comida de otros países y culturas. 

Nuestra presentación fue sobre los panes y pasteles, y en Pan Victoria ellos también representa la globalización. Hay panes y pasteles específicamente de Guatemala, pero también conchas, muffins, galletas de M&Ms, tartas, y más. Es menos una fusión porque cada cosa es de un lugar diferente, así refleja más la globalización de los pasteles que una fusión.

Para mi, Grand Central Market es un ejemplo interesante de la globalización porque representa la comida global por la influencia de personas locales. GCM hoy en día tiene comida de muchos lugares internacionales, pero pienso que esos restaurantes no están allí para personas de esos lugares. Más bien, están allí para atraer a gente más “hipster” de LA. Por el otro lado, cuando GCM empezó tenía comida latina para servir la comunidad latina. Todavía hay lugares tradicionales en GCM, como Sarita’s Pupusería. Ella nos dijo que ha estado en GCM desde muchos años y ha visto los cambios. Sarita creó su restaurante para que la comunidad salvadoreña tiene un lugar para comer comida salvadoreña. Y todavía está haciendo comida tradicional de El Salvador, ahora para personas salvadoreñas y de otras culturas que quieren probar pupusas y más. 

A partir de Sarita’s, muchos restaurantes en GCM sirven una demográfica más cosmopolita, con precios altos y comida “trendy” como el puesto de “gourmet PB&J.” Refleja la gentrificación de LA porque en el pasado, GCM sirvió la comunidad latina que vivía cerca, pero hoy en día la comunidad ha cambiado. Es similar a la gentrificación de “global street food” que describe Pilcher/Portnoy porque GCM trata de tener un ambiente casual, pero tiene precios altos. Pilcher/Portnoy escriben que “the pursuit of exoticism and authenticity among ethnic and working-class foods has not democratized gourmet culture; instead, elites have begun to use culinary tourism as means to acquire expert knowledge and social distinction” (3). He dicho que GCM es un ejemplo del turismo cultural, y también puede ser un ejemplo del exorcismo porque crea un lugar donde comidas de muchas culturas existen juntos, así personas pueden probar muchos sin aprendiendo nada sobre cada cultura. Solo es para probar algo nuevo y “exotico.” Por eso, GCM es un ejemplo diferente de Kogi porque Kogi es un ejemplo de la fusión de comidas diferentes en un solo lugar, aunque muchos puestos de GCM venden comida de lugares diferentes, y la “fusión” viene de el lugar conjunto. Por eso, pienso que la globalización no tiene que ver con el cambio de la comida específica, pero con el cambio de GCM en conjunto. Es posible que Sarita’s ha quedado porque sirve comida más única porque aunque ahora pupusas son populares en LA, no son tan comunes como tacos o tamales. Pero los otros puestos han cambiado para vender comida italiana, asiática, americana, y más.  

La pregunta de si GCM representa “what Los Angeles tastes like” es difícil porque LA sí tiene una mezcla de culturas latinas, asiáticas, americanas, y más, y GCM tiene comida de todas esas culturas. Pero, pienso que aunque GCM tiene muchos sabores de LA, pienso que no es una buena representación de las culturas de LA porque, para mi, los lugares no son muy genuinos a sus culturas. Más bien, para mi GCM es una representación de la cultura “hipster” or “trendy” de LA, que todavía sí es parte de la cultura. Pero, a cultura “trendy” solo es un parte de LA, así no representa la mezcla de todas las culturas. James habla sobre algo similar cuando habla de “creolized food” y dice que “this rejects authenticity and through exploiting the heterogeneity of food is gradually giving shape to a new homogeneity” (382). Ella está hablando de comida de una cultura, pero aunque GCM tiene comida de muchas culturas todavía crea “a new homogeneity” porque combina todas las culturas para hacer una cultura nueva que es solo “trendy.”

GCM es un lugar muy bueno para turistas y tiene comida buena, pero es más como el turismo cultural que una experiencia genuina de la cultura. Por el otro lado, quiero decir que estas declaraciones son generalizaciones, porque todavía hay lugares genuinos como Sarita’s, así estoy hablando de GCM en general, no todos los puestos. La globalización se manifesta en muchas formas, y lugares como Pan Victoria representa la fusión global, aunque lugares como GCM representa la globalización como un fenómeno «trendy.»

WORKS CITED:

“Foods and Borders» by E. N. Anderson
«Identity and the Global Stew» by Allison James
«Roy Choi, Ricardo Zárate, and Pacific Fusion Cuisine in Los Angeles» by Sarah Portnoy and Jeffrey Pilcher

Mi Cocinita Chapina

Para mi primer blog, yo fui al restaurante cerca de mi casa en Pico-Union. Afuera, la señal dice “Comida Guatemalteca.” Cuando me entre, fue un sonido alto y largo. La mesera me estaba viendo como esperando para tomar mi orden. Yo dice “I haven’t been here before so I don’t know what I want.” En este momento, yo sabía que ella no hable inglés.

Fue muy difícil para comunicar porque, yo trate hable en español, pero ella no me entiendes. Por ejemplo, me apunte a uno de las comidas estaba en el menú y pregunté “¿Hay carne?” “Okay” “¿Que tipo?” “¿Qué quieres?” me preguntes con una cara confusa.  “Hay carne en este” “Oh, si. Pork.” Además, tuve problemas pudiendo para una mesa cerca de un enchufe. Pedí dos pupusas de queso y frijol. Había una estación de radio española en el fondo- con comerciales. El resturante es pequeno y me encanta porque es esacogedor. Ademas, el restuante tiene mucha arte y a arte es vistoso.

Ella me trajo algo que yo no reconocía. Como una tostada con queso como nachos y queso parmesano. Fue muy deliciosa. El queso era ligero y la tortilla fue crujiente. Perfecto para un bocadillo. Pero, no era lo que yo ordené. Yo pensaba: Tal vez es como pan o chips y salsa en algunos restaurantes. Yo tenía razón. Yo estaba preocupada por un tiempo, pero feliz que me entendió.

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La comida fue fresca y muy caliente. Este fue chido porque muchas veces, no es el caso. Las pupusas fueron deliciosas también. La textura estaba perfecta, no estaba ni tan suave ni tan dura. Un poco salado. El queso estaba perfectamente derretido. El sabor fue rico. La única cosa que no me gusta fue que eran aceitosas. Había aceite en mi plato y en mi computadora. Al lado, fue un cuenco de col y zanahorias. Fue muy picante y no me gustaba. Además, había salsa en el lado. Sabia a sopa de tomate. Fue muy bueno con las pupusas.

 

El mejor parte de todo es que todo estaba barato.

No voy a fingir como yo sé que es comida autentica como Bill Esparza sabe. La comida fue buena y me volvería a ir otra vez.