
Turismo culinario es un tema problemático pero pienso que como todos los problemas que hemos discutido, es un problema de respeto. Cuando hablemos de quién puede cocinar que la comida, pienso que la respuesta es: ¿Tienen respeto a la cultura, o no? En mi experiencia el turismo culinario puede ser muy negativo si la gente no tiene respeto a la cultura y las experiencias de otra comida. Puede ser un espectáculo por Instagram, una manera de contar cuentas de experiencias o algo de fama. En el artículo de New York Times, Pete Wells dijo que, “At this point in his career, Mr. Redzepi could sell out a weenie roast in Death Valley.” Pienso que esto es muy interesante, porque implica que su “pop-up” no es experimentar la cultura a través de la comida, pero es experimentar un chef que ha alcanzado una posición de celebridad en el mundo de comida.

Ahora, hay 7,645 posts de Noma México. Creo que el mundo está cambiando con las redes sociales, pero pienso que esto es ridículo. Experimentar otra cultura de su comida es algo y esto pop-up es algo completamente diferente. Muchas de las comidas que sirven son creaciones locas que nadie en México comen, pero es una forma de culinaria “high brow”.
“At this point in his career, Mr. Redzepi could sell out a weenie roast in Death Valley.”
En mis propias experiencias, aunque la comida no es la razón para viajar, es una parte integral de viajar y experimentar otra cultura. Por ejemplo, en el colegio por las vacaciones de primavera mi iglesia iba a Tijuana para construir casas. Nuestro propósito era trabajar y ayudar, pero comimos mucha comida mexicana auténtica. Mi experiencia no era ir a restaurantes increíbles y pedir algo con influencias de comida mexicana pero me costaba $100, fuimos a vendedores ambulantes con tacos y churros, y comimos en la casa de nuestra “familia”. Los vendedores ambulantes nos cocinaban tacos de carne asada con guacamole, pico de gallo y otras salsas. Eran pequeños con tortillas de maíz y con tres ingredientes simples. Eran increíbles y muy baratos también. Los churros eran hechos de mano enfrente de mis ojos y después ponían en azúcar y canela. Esto era una experiencia culinaria muy auténtica. Era una experiencia de turista culinario porque no soy de México, pero más era una parte de mi viaje y parte integral de mi entendimiento de su cultura.

También comimos una cena de la mamá de la casa que construimos. Había mucho arroz, pollo, frijoles, tortillas y Coca-Cola. Lloremos antes de la cena y eran como una familia en la mesa. Tenía la oportunidad de experimentar una cena actual de las familias en Tijuana, México y esto era una forma muy positiva de turista culinaria. Experimentaba no sólo la comida de su cultura, pero también sus costumbres y sus conversaciones alrededor de una mesa de cena.
Reflexión
Este semestre ha sido increíble. Todos los excursiones eran muy divertidos y aprendí mucho de los vendedores y cocineros que nos hablaban. Pienso que mi tema favorito era la apropiación cultural. Esto es un tema de muchas conversaciones en la Uni, especialmente sobre la ropa. Mis padres son los dueños de una compañía de ropa y por esto hay muchas conversaciones de apropiación cultural en su negocio. Pienso que era muy interesante de ver este tema en la luz de comida, porque antes creyó que toda la gente pudo cocinar cualquier comida que quieren. Hay una diferencia de tener influencia y de robar una cultura de alguien y ahora voy a ser más vigilante de esto. Pienso que los mercados, Grand Central y en Boyle Heights eran muy interesantes. Los dos son muy diferentes y me gustaba ver los semejantes y desemejanzas. Los dos tienen mucha cultura, pero Grant Central es más nuevo, más “hip” y tiene una mezcla de culturas, aunque Boyle Heights es más auténtica, “old school” y tiene más gente específicamente hispánica.
Para mí el proyecto grupo era algo muy divertido. Mi grupo, Brandon y Tejas y yo fuimos a restaurantes de explorar la comida de Yucatán. Aunque disfruté la comida que comí, me gustaba mucho pasar tiempo con mis amigos nuevos. No hablaba mucho a Tejas y Brandon antes, pero en nuestro proyecto me di cuenta de que tenemos mucho en común y me gusta pasar tiempo con ellos. Pienso que esta clase es algo de explorar otras culturas y perspectivas y creo que sólo de hablar con Brandon y Tejas aprendí de otras perspectivas, culturas y vidas. ¡También me encanta los pasteles de Yucatan ahora!!


